“el sabor de la luna” de michael grejniec
“La Luna está hecha de queso verde” es una afirmación que hace referencia a la fantasiosa creencia de que la Luna está compuesta de queso. En su formulación original como proverbio y metáfora de la credulidad con raíces en la fábula, se refiere a la percepción de un simplón que ve un reflejo de la Luna en el agua y lo confunde con una rueda de queso redonda. Se trata de un motivo folclórico muy extendido entre muchas culturas del mundo, y la noción también se ha introducido en el folclore infantil y en la cultura popular moderna.
Nunca existió una creencia popular histórica real de que la Luna está hecha de queso verde (cf. La Tierra plana y el mito de la Tierra plana)[A] Se utilizó típicamente como ejemplo de credulidad extrema, un significado que era claro y comúnmente entendido ya en 1638[9].
… el cuento serviano en el que el zorro hace creer al lobo que el reflejo de la luna en el agua es un queso y el lobo estalla en el intento de beberse el agua para llegar al queso; el cuento zulú de la hiena que deja caer el hueso para ir tras el reflejo de la luna en el agua; el cuento gascón del campesino que abreva en su culo en una noche de luna. Una nube oculta la luna, y el campesino, pensando que el asno se ha bebido la luna, mata a la bestia para recuperar la luna; el cuento turco del Khoja Nasru-‘d-Din que cree que la luna ha caído en el pozo y consigue una cuerda y una cadena para sacarla. En su esfuerzo, la cuerda se rompe y él vuelve a caer, pero al ver la luna en el cielo, alaba a Alá porque la luna está a salvo; el cuento escocés del lobo que pesca con su cola el reflejo de la luna;- G. H. McKnight[10].
VIDEO
Eskimo callboy – crystals (video oficial)
Este es el libro que le recordará cada vez que su hijo vea la luna. Su historia es muy divertida, caprichosa y atractiva. Lo mejor de todo es que tiene un final inesperado. En lugar de terminar con una moraleja fácil, como lo harían la mayoría de los libros para niños, éste se cierra con una bonita pregunta sobre cómo la perspectiva afecta a nuestra visión del mundo y a la forma en que interactuamos con él. Como muchos buenos libros para niños, El sabor de la luna tiene una estructura repetitiva y acumulativa que es perfecta para los jóvenes lectores. De nuevo, este es otro libro que tiene mensajes ocultos, habla de la amistad, del trabajo en equipo, de compartir y de no subestimar nunca lo que puede hacer una persona pequeña. Me encantan las ilustraciones, de hecho, hice unos imprimibles de 14 páginas utilizando el mismo estilo de animales. Obtendrás estos imprimibles gratis, junto con la compra de este libro. Además, obtendrás materiales de manualidades para que tú y tu hijo probéis esta “Manualidad de la noche estrellada con pegatinas”. Lee este enlace para ver las instrucciones.
He dedicado tiempo y esfuerzo a crear estos divertidos imprimibles que fomentan el aprendizaje activo. Muchos de estos imprimibles son perfectos para la “correspondencia individual” en casa. Si no conoces esta frase, echa un vistazo a esto, el concepto es tan fundamental que a menudo no le damos mucha importancia. La correspondencia uno a uno es la capacidad de emparejar un objeto con un número u objeto (correspondiente).
Historia del mundo entero, supongo
¿Por qué los agujeros negros son negros? ¿Por qué no puedes hacerte cosquillas a ti mismo? Para conocer las respuestas a estas y otras muchas preguntas científicas, ¡mira dentro! Los jóvenes lectores se quedarán boquiabiertos con este libro de datos científicos disparatados. Ilustrado con divertidos dibujos animados, ¿A qué sabe la Luna? introducirá a los niños en los fundamentos de la biología, la química y la física, de forma divertida y accesible. SOBRE LA SERIE: Big Ideas! es una serie dinámica de “datos curiosos” para niños mayores de 7 años, ilustrada con dibujos animados. Repleta de datos, estadísticas y récords sorprendentes que a los niños les encantará compartir, se deleita con todas las cosas raras, inesperadas, divertidas y asquerosas.
Animales – maroon 5 (letra)
No es tanto una imagen, pero la sonrisa en la cara de la luna es hipnotizante. ¿Cómo puede una pequeña línea transmitir tanta emoción? La luna parece tan dulce (no salada) y como si disfrutara tanto del juego que no puedes evitar empatizar con ella mientras juega con los animales.
Además, a los niños les encanta todo lo que tenga que ver con la luna. Si a esto le añadimos un montón de animales geniales, ya tenemos una combinación ganadora antes de que empiece a desarrollarse la historia. Les encantará el clímax cuando los animales casi, casi llegan a la luna. No pudieron llegar hasta el final, ¿verdad?