Guía de oración del vía crucis español
Sobrecubierta impresa con letras rojas en el lomo y el frente. El DJ está mugriento, le falta 1 cm en el lomo, tiene un desgarro en la parte delantera, desgaste y pequeños desgarros en el borde superior de la parte delantera, desgaste en las esquinas. Los bordes de las páginas están sucios. Frontis en blanco y negro con protector de tejido que se desprende en la parte inferior. No hay inscripciones ni marcas en las páginas. Páginas con cortes bruscos. Encuadernación sólida. 3 páginas de publicidad. Inventario del vendedor # OXF-REL-024
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Meditaciones del vía crucis
Las meditaciones sobre el Vía Crucis de este año fueron preparadas por la capellanía de la Casa de Detención “Due Palazzi” de Padua. Catorce personas han sido invitadas por el Papa Francisco a meditar sobre la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo, aportando a sus propias situaciones. Entre los invitados se encontraban cinco presos, una familia víctima de un asesinato, la hija de un condenado a cadena perpetua, un profesor de la cárcel, un magistrado civil, la madre de un preso, un catequista, un hermano religioso voluntario, un funcionario de prisiones y un sacerdote acusado y finalmente absuelto tras ocho años en la justicia.
Acompañar a Cristo en el Vía Crucis, con las voces crudas de quienes viven tras los muros de una prisión, es una oportunidad para ver la gran batalla entre la vida y la muerte, para descubrir cómo los hilos del bien y del mal se entrelazan inevitablemente. Contemplar el calvario desde las rejas es creer que toda una vida puede desarrollarse en unos instantes, como le ocurrió al buen ladrón. Basta con llenar esos instantes de verdad: la contrición por los pecados cometidos, la constatación de que la muerte no es para siempre, la certeza de que Cristo es el inocente injustamente burlado. Todo es posible para quien cree, porque incluso en la oscuridad de la cárcel resuena el anuncio lleno de esperanza: “Porque para Dios nada será imposible” (Lc 1,37). Si alguien les tiende la mano, quienes son capaces de los crímenes más horrendos pueden experimentar la resurrección más inesperada. Podemos tener la certeza de que “incluso cuando contamos el mal, podemos aprender a dejar espacio para la redención; en medio del mal, también podemos reconocer la acción de la bondad y darle espacio” (Mensaje del Papa Francisco para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2020).
Vía crucis pdf
Las Estaciones de la Resurrección, también conocidas con el nombre latino de Via Lucis (Camino de la Luz), son una forma de devoción cristiana que fomenta la meditación sobre la Resurrección de Jesucristo y algunas de las apariciones de la Resurrección y otros episodios registrados en el Nuevo Testamento. El término también puede utilizarse como nombre de una serie de imágenes o esculturas que representan los distintos episodios, aunque no son ni mucho menos tan comunes como las del Vía Crucis, que representan las etapas de la Pasión de Jesús. El concepto fue ideado en 1988.
Las Estaciones de la Resurrección complementan las Estaciones de la Cruz o Vía Crucis (el término Vía Lucis recuerda intencionadamente a éste), una devoción católica tradicional que conmemora la Pasión de Jesús. A diferencia de la forma tradicional del Vía Crucis -aunque en común con la forma revisada de esa devoción introducida por el Papa Juan Pablo II el Viernes Santo de 1991-, todas las Estaciones de la Resurrección se basan en incidentes registrados en las Escrituras, contenidos en los cuatro Evangelios y en los Hechos de los Apóstoles.
Vía crucis del vaticano 2021
Cuando entramos en cualquier iglesia católica, centramos inmediatamente nuestra mirada en el final de nuestro viaje: Nuestro Señor en el altar, y su victoria sobre la muerte. La arquitectura enfatiza el viaje hacia el santuario, un viaje que hacemos en unión con todos los fieles a través del tiempo y el espacio. Es nuestra esperanza común de entrar en el banquete eterno de la Jerusalén celestial.
Antes de que se consumara su victoria sobre la muerte, Nuestro Señor hizo este viaje llevando el madero en el que sería crucificado. Las estaciones del Vía Crucis ilustran las etapas del viaje de Cristo en las paredes a ambos lados de la nave. Son dignas de ser meditadas a lo largo de nuestro camino de vida, tanto como individuos como en comunidad.
Las estaciones, que representan catorce imágenes del día de la crucifixión, comienzan con la condena a muerte por parte de Pilato y terminan con su sepultura. En latín se denominan Vía Crucis o Vía Dolorosa. La tradición de seguir el Vía Crucis, meditando en cada estación, comenzó en Jerusalén y puede haber sido iniciada por la propia Virgen.